Ayer, candidato republicano Mitt Romney visitó la Universidad de Miami para hablar en un foro organizada por Univision. Según las últimas encuestas, Romney falta el apoyo de hispanos por una relación de 26% versus 63% por Presidente Obama. Se dice que Romney debe ganar el 38% de ese voto para tener alguna esperanza de victoria en noviembre.
Esos numeros son desastres para Romney y para todo el partido republicano. Él necesita ganar los votes hispanos. Pero, probablemente llega demasiado tarde.
Romney y los republicanos tienen un problema. Es el mismo problema que John McCain tuvo en 2008. Es esto: conservadores del partido, los quienes que él necesitó convencer que él era una alternativa aceptable para Rick Santorum o Newt Gingrich, son xenófobos en la mayoría. Con el fin de ganar su apoyo, Romney dijo muchas cosas ofensivas durante las elecciónes primarias.
Por ejemplo, en deciembre del año pasado, Romney dijo que iba a vetar el "Dream Act," lo cual concedería inmunidad de deportación a los jóvenes hispanos los quienes fueran llevados a los EEUU ilegalmente durante infancia. Además, la campaña de Romney incluye Kansas secretario de Estado Kris Kobach como asesor informal. Kobach es el arquitecto de la legislación de inmigración duras (e infame) que está llevando a cabo hoy en Arizona. (Romney, dicho sea de paso, proclamó la legislación ofensiva para ser un "modelo para la nación" durante la primaria.)
En todo, es un otro ejemplo de la ideología corrupta del partido republicano especificamente, y el movimiento conservador, generalmente.
Pués, por lo menos, Romney entiende el hecho hispanos representa el demográfico que crece más rapido en los EEUU. Pero, el conocimiento no es la acción. Romney ya se ha expuesto como una herramienta que está dispuesto a decir cualquier cosa para ser elegido. Él no tiene la fuerza de carácter para enfrentarse a los xenófobos en su partido. Hasta que alguien encuentra que la fuerza, el Partido Republicano está en una marcha de la muerte.
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